Escoge vivir hoy

El hoy es vital. Solo tienes el hoy para vivir. No tenemos la certeza si mañana despertaremos, del ayer sólo queda memoria, no podemos vivirlo otra vez, pero sí aprender de el. Vivir es posible sólo en el hoy. Debemos aprender a apreciar y valorar este don divino que nos permite vivir, respirar, y hacer del hoy algo trascendental.

En esta ocasión traigo un mensaje reflexivo basado en Deuteronomio 30:15 la cual dice: «Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal». Al revisar diversas traducciones del mismo texto, observo que todas comunican el mismo mensaje, te comparto dos versiones para que también tú tengas un panorama más amplio:

NVI «Mira, hoy te doy a elegir vida y prosperidad o muerte y destrucción».

PDT «Mira, hoy te doy a escoger entre la vida y la muerte, entre lo bueno y lo malo, entre la vida y el éxito, o la muerte y el desastre». 

Para comprender este versículo es vital entenderlo en contexto. Moisés está a puertas de morir. Son las últimas palabras que vierte al pueblo que sacó de Egipto y guio a través del desierto. Las palabras que expone no son meras sugerencias, son palabra divina, la instrucción que recibieron en Sinaí. Moisés toma esas palabras para recordarlos y así lo tengan presente todos los días de su vida y hallen el bien al caminar en pos de él.

Además por los versos que anteceden sabemos que Moisés les recuerda la bendición que experimentarían si obedecen la instrucción divina. Pero maldición si escogen rechazar y desobedecer. (Deuteronomio 26:1-28:68). Dios predice la desobediencia de Israel y advierte que por su vana elección serán expulsados de la tierra prometida, pero si reconocen sus rebeliones y se vuelven a Dios, él los acogerá, perdonará, limpiará y los prosperará abundantemente.

Bajo estas palabras de recordatorio y la visión del futuro, el pueblo escucha la voz de un hombre que experimentó cuán bueno y agradable es vivir con Dios. Desde su experiencia práctica Moisés les dice a la nación «Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal». Esas palabras, que traspasaron el corazón de Israel en aquel momento, también resuenan en tus oídos hoy y llegan a tu corazón para que aprendas, consideres y experimentes la vida que Moisés experimentó.

Internaliza las palabras:

«Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal».

«Mira, hoy te doy a elegir vida y prosperidad o muerte y destrucción».

Concentra tu ser en las palabras: «hoy te doy a elegir» y «he puesto delante de ti hoy». El hoy es vital. Solamente tienes el hoy para vivir. No podemos estar seguros si mañana despertaremos, el ayer sólo existe en nuestra memoria, no podemos vivir otra vez lo que ya pasó, pero si aprender de ello. Vivir es posible sólo hoy. Hoy que estás con vida y escuchas estas palabras. Aprende a valorar el hoy ya que es un don divino, por la cual puedes hoy vivir, respirar y tienes la oportunidad de hacer del hoy algo trascendental.

Recuerde el pasaje de las Escrituras:

«Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal»

«Mira, hoy te doy a elegir vida y prosperidad o muerte y destrucción».

La vida es resultado de la obediencia a Dios. La vida es experimentar las promesas divinas en este mundo del «corre corre», en este mundo donde todos laboramos por el sustento diario, en este mundo donde la injusticia predomina, donde muchos sufren atropellos a causa de ella. En este mundo que por muchos es concebido como vano, en este mundo es posible experimentar vida y vida en abundancia. Escoger la vida y el bien es vivir la vida desde la óptica divina. Es tener a Dios y ver la vida como él la ve.

Está en tus manos experimentar la vida eterna, una vida que no se acaba, una vida según la voluntad divina. Escoge obedecer hoy a nuestro buen Dios, no mañana o en un futuro próximo, pues no sabes si esos días llegarán a ti. Pero tienes el presente, tienes el hoy para vivir en carne propia la vida verdadera. Tienes el hoy para que experimentes cuán bueno y agradable es vivir según su voluntad.

Dios te ha otorgado la capacidad de elegir. Este don está en tus manos. Debes aprender a reconocerlo, valorarlo y utilizarlo adecuadamente. Dios ha puesto las cosas en tus manos para que la tomes o la rechaces. Recuerda, eres responsable de tus acciones y elecciones. Serás bienaventurado cuando vivas de acuerdo con esta realidad.

Escoge vivir hoy. No importa la aflicción o dificultad que enfrente. Recuerda que la vida está solamente en tu boca y en tu corazón. No escojas alejarte de Dios y seguir tu propio criterio. Eso es morir. Es buscar la muerte y permitir que la destrucción consuma tu vida.

Si te has alejado de Dios, escoge hoy volver a él y vivir. No importa cuan oscura sea tu presente, escoge vivir, la decisión está en tus manos.

Si has tenido conflictos con tu cónyuge, escoge la vida hoy, reconoce tu porción, ve y dile «he pecado contra el cielo y contra ti. ¡Perdóname! ¡Discúlpame!» Empieza a reparar los daños y la vida volverá a ti. Escoge vivir hoy. No te aferres al dolor y a la amargura que te aleja de quienes más amas. Tal elección es abrazar la muerte, elegir maldición y desobediencia abierta a la divinidad. Obedece hoy la instrucción divina y experimenta la vida.

No abraces el pecado y la rebelión, aléjate de ellos. Vuelve a Dios y obedece su instrucción para que halles vida. Escoge vivir hoy. Escucha y sige el consejo de Moisés: «Mira, hoy te doy a elegir la vida». La vida es igual a la bendición divina. La muerte y el mal es escoger la maldición.

Deja que estas palabras inunden tu mente y tu corazón:

«Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal».

«Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tus descendientes. Ama al Señor tu Dios, obedécelo y aférrate a él, porque de él depende tu vida…».

La vida eterna está en tus manos. Escoge vivir hoy.

¡Comparte esta luz!